Fracturas Óseas: Entendiendo las Causas, Síntomas y Tratamientos de las fracturas

Bienvenidos lectores de nuevo a este espacio, estoy muy feliz de encontrarlos aquí, pues, hoy estaremos usando este espacio para hablar de algo a lo que nosotros INSUMOS MEDICO QUIRURGICOS nos enfocamos directamente, las fracturas. Nos vamos a adentrar a los tipos de fracturas que podemos encontrar en nuestros pacientes, también en cómo tratarlas y prevenirlas, no quiero hacer este intro demasiado largo así que vamos a ello.

Empecemos estableciendo qué es una fractura. Una fractura es una lesión en la que un hueso se rompe o se quiebra debido a la aplicación de fuerzas externas mayores que su resistencia. Las fracturas pueden ocurrir en cualquier hueso del cuerpo y varían en gravedad desde fracturas pequeñas y no desplazadas hasta fracturas más complejas que involucran múltiples fragmentos óseos y desplazamientos.

Existen diferentes tipos de fracturas, que se clasifican en función de su forma, ubicación y naturaleza. Algunos tipos comunes de fracturas incluyen:

1. Fractura cerrada: La fractura en la que el hueso se quiebra pero no perfora la piel, por lo que no hay una herida visible.
2. Fractura abierta o fractura expuesta: La fractura en la que el hueso roto sobresale a través de la piel o hay una herida abierta, lo que aumenta el riesgo de infección.
3. Fractura desplazada: La fractura en la que los extremos del hueso se desplazan de su posición normal y no están alineados adecuadamente
4. Fractura no desplazada: La fractura en la que los extremos del hueso se mantienen en su posición anatómica normal o casi normal.
5. Fractura transversal: La fractura que se extiende horizontalmente a través del hueso.
6. Fractura oblicua: La fractura que tiene un patrón en diagonal en el hueso.
7. Fractura conminuta: La fractura en la que el hueso se rompe en múltiples fragmentos pequeños.
8. Fractura por estrés: Una fractura causada por la repetición de fuerzas de bajo impacto a lo largo del tiempo, comúnmente vista en atletas.

Las fracturas pueden ser causadas por diferentes situaciones, como accidentes automovilísticos, caídas, traumatismos deportivos o enfermedades que debilitan los huesos, como la osteoporosis

El tratamiento de una fractura depende de su gravedad y ubicación, y puede incluir la inmovilización con yeso o férulas, reducción y fijación quirúrgica, y rehabilitación para ayudar en la recuperación y restaurar la función óptima del hueso afectado.

• Diagnóstico: El primer paso es realizar una evaluación médica y obtener imágenes diagnósticas, como radiografías, tomografías computarizadas (TC) o resonancias magnéticas (RM), para confirmar la presencia de la fractura y obtener una comprensión completa de su extensión y gravedad.
• Estabilización inicial: En algunos casos, especialmente cuando hay una fractura expuesta o un riesgo de desplazamiento mayor, se puede aplicar una férula, tablilla o yeso para inmovilizar temporalmente la extremidad y evitar movimientos que puedan empeorar la lesión.
• Reducción: Si la fractura está desplazada, es posible que se requiera una reducción para realinear los fragmentos óseos. La reducción puede ser cerrada (sin cirugía), donde se manipulan los fragmentos óseos externamente, o abierta (requiere cirugía), donde se utiliza cirugía para realinear los huesos y mantenerlos en su lugar.
• Fijación: Para mantener los fragmentos óseos en su lugar y permitir que la fractura sane, se utilizan dispositivos de fijación como:
• Tornillos: Se utilizan para unir fragmentos de hueso en su lugar.
• Placas: Se colocan a lo largo de la superficie del hueso y se fijan con tornillos para mantener la estabilidad.
• Clavos intramedulares: Son varillas metálicas que se insertan dentro del canal medular del hueso para proporcionar soporte interno.
• Fijadores externos: Se colocan fuera del cuerpo y se fijan a los fragmentos óseos mediante clavos o alambres para estabilizar la fractura.
• Rehabilitación: Después de la fijación, se inicia la rehabilitación para ayudar a restaurar la función y fortaleza del hueso y la extremidad afectada. Esto puede incluir fisioterapia, ejercicios de movilidad y fortalecimiento muscular controlado.

Seguimiento y control: El paciente será sometido a controles regulares con su médico para evaluar el progreso de la curación, asegurarse de que no haya complicaciones y ajustar el tratamiento según sea necesario.

Para reducir el riesgo de fracturas, especialmente las relacionadas con caídas y lesiones traumáticas, puedes tomar varias medidas preventivas en tu vida diaria, por ejemplo: Mantén unos huesos fuertes; Consumir una dieta equilibrada rica en calcio y vitamina D es fundamental para mantener la salud ósea. Los productos lácteos, pescados grasos, nueces y verduras de hoja verde son excelentes fuentes de estos nutrientes.

Haz ejercicio regularmente; Realizar actividades físicas que incluyan ejercicios de carga de peso y resistencia, como caminar, correr, levantar pesas o practicar yoga, ayuda a fortalecer los huesos y los músculos que los rodean.

También mantén tu hogar bien iluminado y libre de obstáculos que puedan causar tropiezos o caídas. Utiliza alfombras antideslizantes, barandas en las escaleras y pasamanos en el baño para evitar resbalones.

Cuando practiques deportes o actividades riesgosas, utiliza equipo de protección adecuado, como cascos, rodilleras, coderas y muñequeras, según corresponda.

Evita comportamientos de riesgo: No conduzcas bajo la influencia del alcohol o las drogas, y toma precauciones de seguridad en el trabajo y durante las actividades recreativas para prevenir lesiones traumáticas.

Este es un buen momento para mencionar que en INSUMOS MÉDICOS QUIRURGICOS contamos con una amplia variedad de productos para tratar fracturas de todo tipo, por ejemplo: